domingo, abril 28, 2013

Responso


Lo que sigue es una traducción bastante libre de un texto que anda circulando por la web y que me parece hermoso

 
                                Quieres que un físico hable en tu funeral. Quieres que el físico le hable a tu doliente familia de la conservación de la energía, de modo que entiendan que tu energía no ha muerto. Quieres que el físico le recuerde a tu desconsolada madre sobre la primera ley de la termodinámica, que dice que ninguna energía se crea en el universo, y ninguna se destruye. Quieres que tu madre sepa que toda tu energía, cada vibración, cada BTU de calor, cada onda de cada partícula que formaba a su amado hijo, permanece con ella en este mundo. Quieres que el físico le diga a tu sufriente padre que a las energías del cosmos diste todo lo bueno que tenías.
Y esperas que en un momento el físico baje del púlpito y camine hacia tu abatida esposa en su silla, y le diga que todos los fotones que alguna vez rebotaron en tu cara, todas las partículas cuyos caminos fueron interrumpidos por tu sonrisa, por el roce de tu cabello, cientos de miles de millones de partículas, se han desparramado corriendo como niños, sus caminos cambiados para siempre por ti. Y mientras la viuda se mece en los brazos de tu amorosa familia, quiera el físico hacerle saber que todos los fotones que rebotaron en ti y luego se reunieron en esos detectores de partículas que son sus ojos, que esos fotones crearon dentro de ella constelaciones de neuronas cargadas electromagnéticamente cuya energía durará para siempre.
Y el físico le recordará a la congregación cuánta de toda nuestra energía se emite en forma de calor. Podría haber algunos abanicándose con sus programas mientras lo dice. Y él les dirá que el calor que fluyó a través de ti en vida sigue aquí, sigue siendo parte de todo lo que somos, incluso mientras lloramos y continuamos con el calor de nuestras propias vidas.
Y quieres que el físico le explique a aquéllos que te amaron que no necesitan tener fe y, de hecho, no deben tener fe. Que les haga saber que pueden medir, que los científicos han medido con precisión la conservación de la energía y la encontraron exacta, verificable y consistente a través del espacio y del tiempo. Y puedes esperar que tu familia examine las pruebas y se asegure de que la ciencia es sólida y que sean consolados al saber que tu energía todavía está alrededor. De acuerdo con la ley de la conservación de la energía, ni un poco de tí se ha ido, sólo estás menos ordenado.
Amen.   
Aaron Freeman

Me parece una manera muy elegante de explicar que el naturalismo y la ciencia no renuncian a la trascendencia, sino solo a los mitos sencillos a través de los cuales los hombres primitivos creían alcanzarla.
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Aaron Freeman es un escritor, periodista y comediante americano (bio), el texto fue parte de All things considered (escuchar).